Los clientes del futuro son parte del presente y la industria tiene que encontrar la manera de atraerlos con una interacción adaptada a su forma de vida. Llegó la hora para que el seguro pase de un estado reactivo a uno proactivo y así la transformación digital sea una realidad.

Por: Daniel Valero Andrade

El cambio generacional en el mercado de seguros es una realidad. Las compañías están obligadas a adaptarse a este nuevo consumidor que es hiper digital y que en el corto plazo estará ávido de protección.

Pero, la forma de abordarlos es totalmente diferente a lo que en la industria están acostumbrados. De ahí que se requiera una interacción ligada a sus preferencias y su forma de vida cada vez más tecnológica.

Rodrigo Aburto

“Hablamos de clientes del futuro y el reto es adaptarnos a esta nueva población y forma de interactuar. La industria debe ser mucho más proactiva, visualizarlo con anticipación y no esperar a que estos nuevos consumidores choquen con un proceso en el que no encajan y busquen alternativas”.

Rodrigo Aburto (RA): Lo que observamos en el sector asegurador es que la transformación digital tiene diferentes elementos de transformación:  tecnología, cultura, personas y la integración de los datos.

En relación a la tecnología y los datos, las compañías de seguros han avanzado mucho, han realizado muchas actividades, sobre todo impulsadas por el efecto de la pandemia.

Sin embargo, un poco más que transformación en el concepto puro de la transformación, considero que es mucho más una actualización, ya que el sector asegurador tenía una deuda tecnológica que, en algunos casos, era de décadas. Y en estos últimos años, la aceleración o la forma en la que ha abordado esta actualización digital ha sido muy significativa por parte del sector, tanto en México como en el resto de América Latina.

En el punto donde sí visualizo una transformación es en cómo ha abordado el sector a los clientes y su experiencia. Allí sí ha sido una forma diferente de como pensaban las compañías hace probablemente cinco a ocho años a cómo hoy están actuando la gran mayoría de ellas.

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