El mercado asegurador argentino se enfrenta a grandes desafíos, y en el horizonte lo que se observa son escenarios complejos que se deben abordar de manera inmediata para que esta industria siga fungiendo como uno de los principales motores de la economía nacional
La situación política y económica que atraviesa Argentina complica la operación del seguro en esa nación. Pese a la profesionalización de su industria y a los avances en materia tecnológica durante los últimos años, sigue estando cuesta arriba llevar con más fuerza productos de protección financiera a la sociedad.
Juan Ignacio Perucchi, gerente general de Libra Seguros conversó con El Asegurador LATAM sobre los retos a los que se enfrenta el mercado asegurador argentino en una época agitada en ese país y en la que la falta de educación financiera y de seguros complica aún más los esfuerzos de la industria por salvaguardar a las personas, familias y empresas.
Juan Ignacio Perucchi (JIP): El desempeño del mercado asegurador argentino, como toda actividad económica en este país y en el mundo general, ha sufrido muchos cambios de paradigmas en estos últimos años a partir de la pandemia de covid que sufrimos.
Se produjo un avance muy fuerte en el uso de la tecnología aplicada a los métodos de trabajo de aseguradoras e intermediarios, e incluso en la digitalización de la venta de seguros en general. Esto, de todas maneras, no redujo la participación de productores de seguros, brokers e intermediarios, cuya participación en el mercado de seguros argentino ascendió de 67 a 70% durante este periodo.
Lamentablemente, el mercado de seguros argentino ocupa menos del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país. Esta composición la venimos viendo desde hace mucho tiempo y hay mucho para hacer teniendo en cuenta que en países vecinos ese porcentaje en algunos casos se duplica y en otros hasta se triplica.
Por otro lado, más del 75 % de las primas de seguros en Argentina están compuestas por seguros de Autos y de Riesgos del Trabajo, que histórica y estructuralmente son ramos deficitarios técnicamente. Esa composición, sumada a la coyuntura de crisis económica, al aumento de la frecuencia siniestral y a las indemnizaciones por arriba de los elevados índices inflacionarios que tenemos en el país, está provocando resultados negativos para el mercado de seguros.
Asimismo, el mercado de seguros en Argentina, como en el resto del mundo, es el principal inversor institucional de nuestro país. En el último ejercicio anual finalizado el 30 de julio de 2022, el mercado perdió alrededor de 460 millones de dólares. La principal pérdida fue financiera, ya que el rendimiento de las inversiones fue inferior a los índices inflacionarios.
Por lo dicho anteriormente, es lógico que la pérdida económico-financiera del mercado afecte a la actividad económica en general, no únicamente por debilitarse el mercado como garante de aseguramiento de la continuidad económica de las diferentes actividades, sino que, al tener una disminución de las inversiones, disminuye el ritmo de las actividades que se sirven de éstas (pequeñas y medianas empresas, obligaciones negociables, desarrollos de viviendas, etcétera).
JIP: Para lo que queda de este año, vemos que la situación descrita más arriba se va a mantener. La incertidumbre en el ámbito económico está acompañada de la incertidumbre en el plano político debido a que los años de elecciones son siempre difíciles.
La siniestralidad continúa en aumento, los índices inflacionarios siguen escalando y los rendimientos financieros continúan debajo de estos índices. Seguramente más cerca de las elecciones vamos a tener un panorama más claro del plan económico que se va a poner en práctica a partir de la asunción de las autoridades, pero creo que lo que necesita el mercado de seguros, como cualquier actividad, es previsibilidad para poder trabajar en consecuencia, mejorar resultados y mostrar mejores niveles de solvencia.
Existe un problema adicional que es la dificultad que existe para girar divisas al exterior para el pago de primas de reaseguro.
Esta problemática expone la falta de cobertura por parte del reaseguro al 10 % de las primas del mercado asegurador, pero es mucho mayor el porcentaje en determinados ramos y riesgos, ya que los reaseguradores extranjeros dan capacidad de reaseguro en los ramos y riesgos más complejos, de mayor exposición, especialmente en grandes riesgos y contratos facultativos.
Sabemos que el seguro y el reaseguro son herramientas que dinamizan la actividad económica, y el hecho de que estos riesgos queden expuestos (al no tener cobertura) genera incertidumbre e imprevisibilidad económica y jurídica a la actividad económica en general.
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