Cuando pensar importa más que codificar

Nir Hindi


Detente. Espera. ¿Qué? No esperaba escuchar esto. Algunos de los inversionistas más reconocidos de Silicon Valley ahora se preguntan si aprender ingeniería sigue siendo necesario para el éxito.

Escuchar esto de un inversionista de Silicon Valley —y un ingeniero de formación— fue impactante. Primero, respeto la capacidad de Chamath para replantearse sus propias suposiciones. Pero más allá de eso, su comentario señala un cambio profundo en las habilidades que están dando forma al futuro.

 La perspectiva de Chamath refleja una creciente preocupación entre los estudiantes sobre la posibilidad de que las habilidades técnicas pronto queden obsoletas. En un artículo reciente de The Guardian, Robert, un estudiante de matemáticas de 19 años, expresó la misma duda:

 “Siento que estoy perdiendo mi tiempo y dinero. Para cuando me gradúe en cuatro años, la Inteligencia Artificial (IA) será mucho mejor que los humanos en ingeniería… ¡y en todo! ¿Cuál es el punto de obtener este título si todos los trabajos van a ser automatizados?”.

La ventaja competitiva: creatividad, criterio y buen gusto

El miedo de Robert no es un caso aislado. Un informe de McKinsey proyecta que, para 2030, la demanda de habilidades sociales y emocionales crecerá un 26 % en EE.UU., y un 22 % en Europa en todas las industrias. ¿La razón? A medida que la IA asume tareas técnicas, las habilidades humanas únicas —creatividad, juicio e inteligencia emocional— se vuelven más valiosas que nunca.

 Durante décadas, la ingeniería fue el boleto dorado al éxito. ¿Significa esto que la ingeniería está obsoleta?

En absoluto.

 Este no es un artículo en contra de la ingeniería o la tecnología, de hecho, creo que podemos crear soluciones más humanas si combinamos la ingeniería con las artes y las humanidades (¿quién dijo Leonardo da Vinci?).

Chamath amplía esta idea:

“Puedes usar estos agentes de IA y la investigación avanzada, y de repente reemplazan muchas de esas habilidades. Entonces, ¿qué queda? Queda la creatividad, el criterio, la historia, la psicología”.

 En otras palabras, la capacidad de escribir código ya no es un diferenciador. La IA puede hacerlo. La verdadera ventaja ahora radica en el pensamiento no lineal. En el gusto. En el juicio. En la empatía. En la creatividad.

Esto me tomó por sorpresa.

Palihapitiya es miembro del All In Podcast, uno de mis programas favoritos sobre tecnología y startups. El programa está profundamente arraigado en la ingeniería y las ciencias exactas, básicamente, la esencia del pensamiento de Silicon Valley. No es exactamente el lugar donde esperarías una conversación sobre la integración de las humanidades y la tecnología. Y sin embargo, incluso aquí, se está viendo un ligero cambio de perspectiva. De hecho, esta discusión surgió después de otra conversación en el podcast sobre el buen gusto.

Incluso los ingenieros y los inversionistas más técnicos están empezando a reconocer una verdad crucial: la tecnología por sí sola no es suficiente. La verdadera ventaja proviene de las personas que comprenden la naturaleza humana, quienes tienen inteligencia emocional, pensamiento estratégico y creatividad.

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