Es hora de diseñar seguros que la población realmente necesite

Llegó una nueva era en la industria aseguradora. El cliente demanda soluciones adaptadas a la nueva realidad del mundo, y para cumplir con su rol de protección las compañías tendrán que adaptarse, o simplemente verán cómo se esfuman las oportunidades  

La COVID-19 dejó importantes aprendizajes para el sector asegurador en América Latina. Por un lado, se aceleró la digitalización, de la que tanto se habla en esta tradicional industria; y, por otro, se confirmó el amplio gap de protección que existe en esta región del orbe.

Francisco Valenzuela Cornejo, director regional Latam de BNP Paribas Cardif, afirma en entrevista con El Asegurador Latam que esas enseñanzas dejan muy en claro el compromiso que tiene la industria de llevar instrumentos de protección financiera a la población latinoamericana. A su vez, tales aprendizajes obligan a crear soluciones que estén de acuerdo con sus verdaderas necesidades.

La transformación digital traerá cambios significativos en los servicios que se le ofrecerán al asegurado. Es una gran oportunidad contar con acceso a datos e información del cliente, ya que eso nos permitirá desarrollar productos adaptados a sus necesidades reales y entregárselos a costos más bajos gracias a la tecnología.

El Asegurador Latam (EAL): A más de un año de la irrupción de la COVID-19 en América Latina, región que aún está doblegada por el virus, ¿cuáles han sido los mayores cambios y las lecciones aprendidas durante este periodo para el sector asegurador?

Francisco Valenzuela Cornejo (FVC): Sin duda, hubo mucho aprendizaje tanto para el sector asegurador como para todos los que habitamos en Latinoamérica. Con la aparición de la COVID-19 observamos que existen familias sin protección que se han enfrentado a dificultades para obtener ingresos, alimentarse y acceder a la salud.

Entonces, lo primero que nos deja la pandemia es el enorme gap en términos de protección, salud, escolaridad e ingresos en esta zona del orbe. Muchos latinoamericanos creíamos estar bien, y con esta crisis nos dimos cuenta de que la realidad es otra; es decir, no contamos con sistemas de salud y educación sólidos, y gran parte de la población carece de los recursos necesarios para enfrentarse a un evento como este trastorno sanitario. 

Estamos en una región en construcción, donde no hay mucha riqueza acumulada; y, cuando se presenta un evento fuerte, quedamos muy afectados. Vivimos en una zona con crecimiento en los últimos años, pero en definitiva se demuestra que no estamos tan bien como suponíamos.

Por otro lado, cuando se aplicaron las medidas de confinamiento, las personas también se dieron cuenta de que tenían carencias en cuanto a protección, problemas para proteger sus ingresos y bienes. Hubo un crecimiento en cuanto a la percepción de las necesidades de protección.

De igual forma, la pandemia trajo consigo la migración del mundo físico a lo digital. Las cuarentenas en toda Latinoamérica aceleraron el desarrollo digital, y no sólo en el sector asegurador, sino en todas las industrias. 

Hoy se nota un cambio significativo en la venta física cara a cara, que se trasladó a una atención completamente digital. Esto era algo que se venía produciendo hace años, pero con la COVID-19 tuvo una aceleración significativa y fue bien recibido por el cliente.

Otra lección que nos dejó la crisis sanitaria desde la perspectiva de una compañía de seguros es que se confirma la responsabilidad que tenemos de llevar protección a toda América Latina. El Estado no va a hacerlo porque no cuenta con los recursos a corto plazo; y nosotros, como aseguradores, estamos obligados a ofrecer soluciones atractivas para cada segmento de la población.

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