Implementar metodologías ágiles se convirtió en una prioridad para la industria aseguradora. La nueva era de consumo exige a las compañías implementar procesos que respondan a las necesidades de sus clientes con rapidez y sin errores, por lo que tomar decisiones con celeridad es una obligación
La agilidad es una de las habilidades más deseadas por las compañías de seguros en estos nuevos tiempos, en los que la tecnología y la digitalización marcan el ritmo de los negocios. Alcanzar esa dinámica exige cambiar ciertos mindsets y en muchos casos desechar algunas creencias y reaprender otras para así seguir siendo competitivos en el mercado.
En ASSA Compañía de Seguros son conscientes de ello, y por eso han querido implementar en su operación herramientas y metodologías que les permitan acelerar la toma de decisiones. Esto tiene el objetivo de convertirse en una empresa dinámica que reaccione mucho más rápido a las necesidades de los clientes.
Roberto Schildknecht, gerente general en El Salvador de la mencionada aseguradora, conversa con El Asegurador Latam sobre el nuevo enfoque, mucho más ágil, con el que operan en ese país y de cómo la pandemia de covid terminó por darles el último empujón hacia la forma digital de laborar, que sin duda se convirtió en la modalidad más requerida por los consumidores en la nueva era.
Roberto Schildknecht (RS): Han pasado dos años y medio de la pandemia; volteamos a ver todo lo que hemos vivido, y esto parece una película.
Desde el inicio de la covid, en ASSA Compañía de Seguros nos enfocamos en dos frentes: cuidar a nuestro personal y a los asesores de seguros y cuidar nuestra cartera, y estamos consagrados a mantener realmente a los clientes.
El home office se implementó en nuestra empresa mucho antes de que fuera obligatorio, y lo hicimos de manera selectiva: primero fue el personal de cierta edad o con padecimientos y las mujeres embarazadas. Luego vino la cuarentena, pero en ese momento ya estábamos preparados.
Por lo que se refiere al ámbito financiero, nos concentramos en tener liquidez. En ese tiempo existía mucha incertidumbre, y no sabíamos exactamente cuáles serían los efectos en el cobro de las primas. Por ello, con activos líquidos hicimos frente a todas nuestras responsabilidades, como el pago de salarios, liquidación de siniestros, pago a proveedores, etcétera, es decir, lo que hicimos fue mantener la máquina encendida.
En ese sentido, puedo decir que no dejamos ir a ninguna persona, no hicimos reducción de prestaciones, no despedimos a nadie y conservamos a todo nuestro personal con estas modalidades de home office, que, creo, es un logro de gran importancia porque vimos a muchas industrias sufrir durante la pandemia.
RS: A favor de nuestros clientes tomamos varias medidas. Fuimos la única empresa en El Salvador y a escala regional que implementó un bono denominado Quédate en casa, que era para nuestros asegurados en el ramo Autos.
Con ese bono les devolvimos a nuestros clientes un porcentaje de la prima, porque nos dimos cuenta de que los automóviles estaban estacionados, no circulaban debido a las restricciones por la pandemia, y los usuarios habían pagado por una cobertura que en realidad no estaban utilizando. Fue una manera de ayudarlos.
Otra de las cosas que hicimos, y eso habla de la manera en que se piensa dentro de la compañía, es que reconocimos que había metodologías que nunca habían pasado por un escenario como el vivido con la covid; no estaban preparadas para reflejar los siniestros, y por ello tomamos la decisión de hacer reservas voluntarias, por encima de las exigidas por la ley, y estar preparados para hacerles frente a las responsabilidades que se venían a futuro.
Así que, en resumen, considero que salimos fortalecidos por todas las decisiones que se tomaron; y, como ASSA Compañía de Seguros, estamos contentos porque afrontamos este evento inédito enfocados en las personas.
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