Reinvención y ajuste ante los nuevos riesgos

América Latina es una región diversa y en evolución que ha vivido cambios e inestabilidad de índole económica, social y política en los últimos años. Esos desequilibrios llevaron al sector asegurador a reinventar sus estrategias para estar a la altura de las variables necesidades del mercado y de los clientes

La constante volatilidad que se vive en Latinoamérica incrementa la exposición al riesgo que sufre esta región del orbe. A ello se debe agregar una amenaza, la COVID-19, que al día de hoy continúa haciendo estragos. Esta enfermedad inyectó aún más presión a nuestros países y orilló al sector asegurador a reinventarse para cumplir con su objetivo de proteger a la sociedad.

Glaucia Smithson, CEO South America & Regional Head of Distribution Ibero-Latam de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS), conversó con El Asegurador Latam respecto al ajuste que tuvo que efectuar la industria en América Latina, sobre la forma en que se debe afrontar aquí la aparición de nuevos riesgos y acerca de la tan ansiada digitalización de un sector tan tradicional como el de los seguros.

El Asegurador Latam (EAL): Más de un año después del estallido de la pandemia y de los numerosos efectos secundarios que ésta provocó, ¿cómo ve una empresa como Allianz una región tan convulsa como América Latina en términos de gestión de riesgos?

Glaucia Smithson (GS): América Latina es una región muy diversa y en evolución. En los últimos años hemos vivido inestabilidad e importantes cambios en todo el continente, sobre todo económicos, sociales y políticos. Esta volatilidad es un factor significativo en la exposición al riesgo, y ciertamente la COVID-19 ha incrementado aún más la inestabilidad del mercado, haciendo aflorar incluso riesgos que no estaban en el foco de atención habitual de las empresas.

Así que, con la pandemia, el sector asegurador ha pasado por una reinvención y un ajuste de las estrategias para estar a la altura de las cambiantes necesidades del mercado y mantener su crecimiento sostenible.

En general, el Grupo Allianz y AGCS tuvieron un desempeño positivo en el 2020 en América Latina, y prevemos un año 2021 de recuperación en lo que respecta al crecimiento socioeconómico de la región.

EAL: La enfermedad que hoy conocemos como COVID-19 crea un entorno difícil para las aseguradoras que operan en América Latina. Al respecto, ¿cuáles son los factores esenciales que las empresas no deben perder de vista para responder a un entorno marcado por nuevos riesgos y costumbres?

GS: La COVID-19 ha creado un nuevo panorama en el mercado mundial de seguros. Si nos fijamos en el Barómetro de Riesgos de Allianz (una encuesta mundial que mapea los principales riesgos corporativos para las empresas), a principios del 2020 las principales preocupaciones de las empresas eran, en este orden: riesgos cibernéticos, lucros cesantes y cambios legislativos y reglamentarios. Mientras que los riesgos relacionados con pandemias ocupaban el puesto 17.

En la publicación de 2021, la clasificación ya mostraba un escenario global diferente: los lucros cesantes, la pandemia y los riesgos cibernéticos ocupaban los tres primeros puestos. Las clasificaciones de Brasil y Colombia mostraron el mismo top 3, pero en diferente orden.

Esta escalada de riesgos relacionados con la pandemia ha mostrado algunas lecciones muy valiosas en la gestión de riesgos. Y son lecciones que impregnarán las estrategias de las empresas a partir de este año.

Una de las estrategias más importantes es el Plan de Continuidad de Negocio (BCP). Con los lockdowns, los cierres de empresas y los paros temporales, muchas compañías se han encontrado en un punto ciego, sin ninguna guía sobre cómo manejar un cierre abrupto o cómo reiniciar rápidamente sus operaciones. Un BCP bien diseñado y con un amplio alcance puede ser la diferencia entre tener pérdidas millonarias o no tenerlas.

Otro punto importante que hemos observado en el último año es la necesidad que tienen las empresas de preparar sus sistemas y equipos para el teletrabajo. Sólo en Brasil, en los primeros nueve meses de 2020, los ciberataques causaron pérdidas por más de 500 millones de dólares.

Los expertos de AGCS estiman que las redes mal protegidas y los fallos humanos son los principales desencadenantes de un ciberataque. Esas amenazas también fueron un motivo importante para que las empresas activaran su cobertura de lucro cesante, ya que algunos de estos ataques mantuvieron a las unidades completamente paradas.

Como última lección que nos deja la pandemia me gustaría señalar la volatilidad del clima. Cada año sufrimos acontecimientos climáticos de mayor dimensión y efecto, muchos de los cuales toman por sorpresa a empresas y gobiernos. Ejemplos recientes son la tormenta invernal que devastó el sur de Estados Unidos, dejando muchos muertos y millones de personas sin electricidad, y la ola de calor que azotó a Brasil a finales de 2020, con temperaturas superiores a los 44 °C que afectó a varias regiones del país y provocó pérdidas millonarias, especialmente a los agricultores y productores avícolas.

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