Sector, a flote

Atraer a nuevos clientes y recuperar a los viejos es uno de los planes que tienen en Venezuela para que la industria de seguros sobresalga en el mercado. No obstante, deberán ser innovadores y resilientes para que dicha estrategia brinde los frutos deseados

Pese a las complejidades económicas y macroeconómicas sufridas en Venezuela durante la última década, el sector asegurador de ese país continúa a flote y con proyección de mejora en el futuro próximo. Sin embargo, el reto sigue siendo el mismo: impulsar las coberturas en una sociedad ávida de protección.

Rául Sanz Arcaya, presidente de Real Seguros, conversó con El Asegurador LATAM sobre las tendencias y perspectivas de crecimiento de la industria en la nación suramericana y cómo han navegado en estos años tan complejos para proveer a los venezolanos tras los diversos conflictos que han atravesado, incluyendo la pandemia de covid.

El Asegurador LATAM (EAL): ¿Cuál es su apreciación sobre el desempeño y crecimiento de los seguros en Venezuela durante los últimos tres años, tomando en cuenta la situación económica que atraviesa el país desde hace un periodo bastante prolongado?

Raúl Sanz Arcaya (RSA): La industria de seguros en Venezuela ha pasado por una situación muy difícil, además de las complejidades económicas y macroeconómicas del país de los últimos 10 años. Dichos escenarios han constituido un verdadero reto para mantener al sector a flote en este periodo.

El mercado asegurador venezolano perdió casi el 95 % de las primas hasta el 2019, comparado con un par de décadas atrás. Afortunadamente, ha sido un mercado noble técnicamente hablando, y las compañías tuvieron que ajustar sus modelos operativos para sortear la crisis. A partir de 2020, y especialmente por la llegada de la pandemia de covid, comenzamos a ver que el número de personas aseguradas se estabilizó, y quizá hasta hubo algo de crecimiento en ese sentido, aunque muy marginal.

Las compañías venezolanas, por diversos factores, decidieron hacer frente a la pandemia y pagar esos siniestros, aunque estaban excluidos de todas las pólizas. Esta política generó pérdidas importantes en el sector, y fue entonces cuando las compañías empezaron a ajustar las tarifas, lo cual se ha traducido en un incremento de las primas cobradas anualmente.

Lamentablemente, el crecimiento del mercado no está marcado necesariamente por una cantidad mayor de asegurados. Se trata de un incremento importante en las primas en el ramo Salud, que corresponde al 72 % de las primas totales del mercado venezolano. El ramo Autos sigue muy deprimido, al igual que los ramos Patrimoniales, donde incluso se han visto decrecimientos en las tasas promedio del mercado, a pesar de que estamos en un mercado duro de reaseguro.

El reto de la industria aseguradora venezolana es atraer a nuevos clientes y “rescatar” a los que en algún momento tenían coberturas contratadas, pero con la situación del país ya no les es posible. Esto solo lo lograremos por medio de productos innovadores al alcance de una mayor cantidad de personas, un buen servicio, generar confianza en la población y muchísima comunicación para poder culturizar a nuestra gente.

Me parece que ha pasado demasiado tiempo desde que Venezuela entró en esta espiral tan negativa; y, en el caso de los seguros, ya incluso podemos estar hablando de un problema generacional, de gente que debe ser reeducada hasta cierto punto.

EAL: ¿Qué tipo de coberturas  han mostrado un comportamiento inusual en términos positivos y a qué se debe esto? ¿Cómo lo han aprovechado?

RSA: Los productos en ramos Patrimoniales y Autos se han comportado muy bien en los últimos años. Sin embargo, al ser coberturas con tan poco volumen hoy en día en el país, este buen comportamiento no se refleja cuando evaluamos la situación global de la industria.

Las compañías entonces han disminuido un poco las tasas promedio para retener clientes o intentar ganar cuentas nuevas.

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